Vecinos, artistas y colectivos culturales se movilizan para recuperar el corazón artístico de la ciudad, cerrado desde hace más de un año sin fecha clara de reapertura.
PINTO/17 JULIO 2025.- El Teatro Municipal Francisco Rabal de Pinto, símbolo cultural del municipio y referente escénico en la zona sur de Madrid, continúa cerrado desde el pasado verano, generando una creciente indignación entre vecinos, artistas y asociaciones culturales. Lo que comenzó como un cierre provisional para reformas técnicas se ha convertido en una clausura indefinida, que amenaza con dejar huérfana a la ciudad de uno de sus espacios más emblemáticos.
El teatro, inaugurado hace más de dos décadas, ha sido cuna de innumerables representaciones teatrales, espectáculos musicales, festivales escolares y actuaciones comunitarias. Desde conciertos de la Banda Municipal y la Big Band, hasta obras de teatro de compañías locales y nacionales, el Rabal era el punto de encuentro cultural por excelencia en Pinto. Pero desde junio de 2024, sus puertas permanecen cerradas, mientras la incertidumbre se prolonga.
El gobierno municipal ha anunciado recientemente dos importantes licitaciones: el retapizado del patio de butacas por 98.400 euros y la reparación del sistema de climatización por 162.000 euros, esta última a cargo de Aserpinto. A ello se suma la reforma ya finalizada de la caja escénica. Sin embargo, los avances siguen sin traducirse en una fecha clara de reapertura. Según fuentes cercanas al proyecto, las nuevas obras podrían prolongarse aún varios meses más, manteniendo al teatro en silencio.
Desde la oposición y diversos colectivos ciudadanos se denuncia que no se trata de un problema exclusivamente técnico, sino de una falta de voluntad política y de planificación. “El Teatro podría estar funcionando mientras se acometen estas mejoras de manera escalonada. No hay justificación para esta parálisis”, afirma Daniel Montero, impulsor de una campaña en change.org que ya ha reunido miles de firmas.
Montero no está solo. María José, integrante del coro municipal, lamenta que los conciertos de verano hayan desaparecido del calendario: “Estamos perdiendo el trabajo de todo un año. La Escuela de Música, los centros educativos, todos han quedado fuera. Es un abandono total de la cultura”.
A este malestar se suma la crítica por la falta de gestión en aspectos logísticos clave. Según han revelado fuentes municipales, la ausencia de una empresa de gestión de entradas, la falta de auxiliares y la no renovación del contrato de sonido e iluminación han sido determinantes para mantener el cierre. A día de hoy, ni siquiera se ha relanzado el procedimiento de adjudicación.
El concejal de Cultura, lejos de dar explicaciones, ha optado por responsabilizar a la anterior legislatura, obviando que fue precisamente entonces cuando se ejecutó una ambiciosa modernización del sistema de iluminación del teatro, gracias a los fondos europeos Next Generation, con una inversión de más de 270.000 euros.
La ciudadanía, cansada de excusas, exige soluciones. “No se trata de hacer política, se trata de proteger la cultura, de preservar el alma de nuestro pueblo”, señalan desde varios colectivos. La salud emocional y social de Pinto, afirman, se está viendo seriamente afectada por la ausencia de programación cultural y espacios de encuentro artístico.
La petición en change.org continúa sumando firmas. Mientras tanto, los vecinos esperan que sus voces sean escuchadas y que el telón del Francisco Rabal vuelva a levantarse cuanto antes. Porque, como recuerda el manifiesto ciudadano: “La cultura no puede esperar. El Rabal debe abrir ya.”